Vivir y estar en el presente
La mayoría hemos escuchado o leído en algún momento sobre la importancia de vivir en el presente. Pero, ¿Qué quiere decir esto?, ¿Cómo se consigue?.
Tanto el aprender sobre nuestras experiencias pasadas como la planificación del futuro, son dos procesos fundamentales para adaptarnos al entorno. Nos informan hasta cierto punto sobre cómo podemos responder a las situaciones que se nos presentan.
Sin embargo, la única manera de saber si nuestras reacciones emocionales son un reflejo de lo que está ocurriendo (no una estimación o proyección basada en experiencias pasadas o anticipaciones futuras), es anclar nuestra conciencia en el momento presente.
¿Porque vivir en el presente nos puede ayudar?
Vivir excesivamente anclad@ en el pasado o preocupad@ por el futuro no nos ayuda a entender la situación que tenemos delante, en el presente.
Suele ocurrir que nuestras emociones no suelen tener que ver con lo que en realidad está pasando ahora mismo. De hecho, nuestras reacciones a las emociones suelen basarse en lo que ocurrió en el pasado o en lo que esperamos que ocurra en el futuro, perdiendo el contacto con la experiencia que está ocurriendo en el momento presente. De esta manera, nos cuesta ver lo que la experiencia emocional es, una interrelación entre pensamientos, sensaciones y conductas.
Resulta adaptativo aprender de nuestras experiencias pasadas así como proyectar un posible escenario futuro. Pero resulta importante entender que la experiencia actual, nunca será exactamente igual a lo que ocurrió en el pasado o a lo que pensamos que ocurrirá en el futuro.
Pero, ¿Cómo podemos ser más conscientes de lo que ocurre ahora mismo?
La habilidad de ser consciente del momento presente implica dar un paso fuera de tu experiencia y observar lo que ocurre momento a momento, puedes servirte de unas respiraciones profundas para traer tu atención a lo que está ocurriendo y así darte cuenta de lo que estás sintiendo, pensando y haciendo, en el momento que ocurre.
Estar presente permite obtener nueva información y aprender nuevas asociaciones con tus emociones. Por ejemplo: sentir miedo en un momento determinado no implica que haya un peligro real y sentir que se acelera el corazón no implica que vayas a tener una crisis de ansiedad a pesar de que te haya ocurrido en el pasado algo similar.
Esta habilidad de estar más presente mejora con la práctica, las meditaciones centradas en la respiración y en el cuerpo (mindfulness de la respiración, escáner corporal) ayudan a estar más conectados con lo que ocurre momento a momento.
Cuando prestamos atención a lo que ocurre en el momento presente, podemos valorar de manera realista las opciones presentes en este momento. De esta manera, somos capaces de permitirnos nuevos aprendizajes y nuevas reacciones a las emociones desagradables que nos ocurren.