Consejos para combatir el síndrome postvacacional
El síndrome postvacacional se basa en la sensación que tiene un trabajador al reincorporarse a su puesto de trabajo tras acabar su periodo de vacaciones. Este se caracteriza por tener falta de energía, motivación o tristeza, que nace de una ruptura en el proceso de adaptación o transición entre el tiempo de ocio y descanso y la vuelta a la rutina de trabajo.
Para combatirlo, se recomienda adelantarse para prevenirlo y hacer que la transición de las vacaciones al trabajo sea lo más suave posible para evitar su aparición. Algunas medidas en esta línea son:
- No volver de las vacaciones justo el día antes de la vuelta al trabajo, sino varios días antes. Esto nos permite prepararnos física y mentalmente para el retorno a la actividad laboral.
- Levantarse pronto unos días antes de reincorporarse al trabajo para acostumbrarse con antelación a los horarios habituales, adaptándonos de forma más paulatina, empezando a habituarnos nuevamente a los ritmos de sueño y comidas
- Empezar de manera gradual con la intensidad del trabajo, intentando abarcar primero, si es posible, aquellas tareas que nos resulten más gratas
- Aprovechar los tiempos de descanso y ocio para realizar actividades agradables, para las relaciones sociales o familiares.
- Dormir adecuadamente y mantener horarios regulares tanto en las rutinas diarias como en las horas de acostarse y levantarse.
- Organizar un plan futuro te ayudara a animarte con un nuevo objetivo, como organizar una cena, una escapada de fin de semana, un reencuentro…
- Practicar la relajación de forma regular para ayudarnos a eliminar pensamientos catastrofistas o ideas irracionales que nos puedan dar ansiedad.
- Poner el despertador cinco o diez minutos antes, sobre todo los primeros días de readaptación, el salir antes de la cama ayuda a tener más tiempo para ir al trabajo, evitando así prisas y estrés de buena mañana.
- Realizar actividades saludables, aunque no sea algo directamente relacionado con el trabajo, hacer deporte y llevar una buena alimentación influye.
- Interpretar de forma positiva la vuelta a la rutina, sin pensar que el trabajo es una carga.
“Lo más importante es hacer que el cambio de las vacaciones al trabajo sea lo menos brusco posible y afrontar con actitud positiva la vuelta a la rutina para ayudarnos a combatir la desmotivación que supone “la vuelta a la realidad” después de las vacaciones”
¿Cómo lo puedo evitar?
Intenta controlar los pensamientos de carácter pesimista como: “no hay días festivos cercanos”, “aún queda mucho para las próximas vacaciones”, etc. Estos no ayudan a tu adaptación ni te aportan absolutamente nada. Intenta transformarlos por otros más adaptativos y positivos que te generen calma y tranquilidad ante la situación a la que estás intentando adaptarte de nuevo.
Haz lo posible por disfrutar de tu trabajo y de tus compañeros, el trabajo no tiene por qué ser un lugar triste y aburrido. Puedes intentar fomentar un ambiente agradable que sin duda alguna también te podrá aportar felicidad durante las horas que permanezcan en él.
Si aun así, te encuentras desanimado en el trabajo, intenta pensar en todo lo que te aporta trabajar, no solo a nivel económico sino también a nivel emocional, social, etc. Si es necesario haz una lista de las posibles consecuencias positivas que tiene en tu caso trabajar.
Si sigues estos consejos, es probable que te sea más fácil volver con una actitud más positiva al trabajo, porque al fin y al cabo todo depende de cómo quieras analizar o percibir la vuelta, de cómo gestionas los pensamientos negativos o las frustraciones y por supuesto, no debes anticipar un futuro desagradable.