Piensa mal y acertarás... o no
En otros artículos hemos comentado el modelo ARC de las experiencias emocionales (Antecedentes, Respuestas, Consecuencias). En este artículo, vamos a analizar en mayor profundidad el tipo de pensamientos que se dan en situaciones emocionalmente relevantes. Estos pensamientos los ubicaríamos dentro del componente Respuestas del modelo ARC. Así que vamos a ver si está expresión del piensa mal y acertarás es cierta o no y cómo influyen los pensamientos distorsionados.
¿Qué son los pensamientos distorsionados?
Cuando hablamos del miedo o la ansiedad adaptativos, los pensamientos que surgen suelen ser realistas y objetivos, con lo cual, nos motivan a realizar conductas adaptativas dirigidas a gestionar la situación. Sin embargo, en situaciones que nos provocan angustia, ansiedad, miedo o pánico intensos, suelen surgir pensamientos distorsionados que alimentan la sensación de malestar.
Por ejemplo, si tenemos un examen difícil y tenemos poco tiempo para prepararlo, si nuestra mente interpreta la situación de manera adaptativa y objetiva, seguramente surgirán pensamientos realistas que nos motivarán para hacer todo lo posible, dentro de nuestras posibilidades, para prepararlo de la mejor manera posible.
En cambio, si nuestra mente comienza a generar pensamientos del tipo ¨no podré estudiar, suspenderé, serán un desastre, etc.¨, seguramente experimentaré un mayor malestar y surgirán más pensamientos distorsionados, como por ejemplo, ¨no aprobaré nunca, no pasaré de curso…mis padres se enfadarán, etc¨…
En estos casos, debido a esta cadena de pensamientos distorsionados, el malestar será tan intenso que nuestros esfuerzos irán dirigidos a luchar o evitar sentirnos así, dejando de lado el verdadero objetivo, prepararnos para el examen.
A modo de conclusión, podríamos decir que no siempre acertarás pensando ¨mal¨ o, mejor dicho, pensando de manera distorsionada.
Tipos de pensamientos distorsionados
A continuación, tienes una serie de pensamientos distorsionados (también conocidos como distorsiones cognitivas), que suelen surgir en situaciones de elevada intensidad emocional:
- Adivinar el porvenir: Decirse a uno mismo que está a punto de suceder algo ¨terrible¨.
- Lectura del pensamiento: Dar por sentado que los demás nos están juzgando de manera negativa, sin tener pruebas fiables de ello.
- Magnificación: Exagerar el peligro de la situación.
- Razonamiento emocional: Razonar en función de cómo me siento.
- Los Deberías: por ejemplo, ¨debería ser capaz de gestionar mis problemas, no debería sentirme así¨.
- Poner etiquetas: Etiquetarse a uno mismo de manera negativa como ¨debil¨, ¨incapaz¨, ¨ansioso¨, etc.
- Autoinculpación: atribuirse la culpa por el más mínimo defecto o falta.
Como comentábamos más arriba, este tipo de razonamiento distorsionado suele alimentar el malestar, dando lugar a la aparición de más distorsiones cognitivas, mayor malestar y así sucesivamente.
1
Para finalizar, me gustaría que pienses en alguna situación que te haya generado un malestar intenso ¿Cuántas de las distorsiones enumeradas en la lista anterior has cometido?, ¿Te han servido para gestionar de manera objetiva la situación o te generaron un mayor malestar?, ¿Has acertado pensando ¨mal¨…?