Pautas para acompañar a seres queridos con depresión
La depresión es una de las patologías más frecuentes y actualmente afecta a millones de personas en todo el mundo. Por ese motivo, en numerosas ocasiones nos llegan a consulta pacientes que tienen algún ser querido cercano que la sufre. Acompañar a una persona con depresión puede ser muy duro, por lo que en este artículo queremos facilitaros 7 pautas que os pueden ayudar a cuidar a vuestros seres queridos y a cuidaros a vosotros mismos en el proceso:
7 pautas para acompañar a tus seres queridos:
- Comprender la depresión: Es muy importante entender que la depresión es una enfermedad y que no se trata de una falta de voluntad por la persona que la sufre. Aprender acerca de los síntomas, las posibles causas y los tratamientos disponibles puede ayudar a generar empatía y vínculo con la otra persona.
- Escucha activa y ofrecer apoyo emocional sin juicios y prejuicios: A veces, si no sabemos qué decir, simplemente podemos escuchar. Con esto ya estamos acompañando, creando un espacio seguro y validando sus emociones y sentimientos. Esto favorece que se puedan
sentir apoyados, comprendidos y acompañados. - Evitar minimizar o invalidar los sentimientos: Es esencial evitar frases como «no te preocupes, todo estará bien», «no es para tanto» o “si te estás riendo es que no tienes depresión”. Estas respuestas no solo minimizan los sentimientos de la persona con depresión haciendoles sentir incomprendidas, sino que culpabilizan y pueden hacer que se sientan invalidadas o solas. La depresión es una enfermedad real y no debe ser minimizada ni estigmatizada.
- Ofrecer ayuda creando rutinas: La depresión suele afectar la capacidad de una persona para realizar tareas diarias. Los acompañantes pueden brindar apoyo práctico al ayudar con tareas domésticas, hacer compras o acompañar a las citas médicas y de psicología. Dar pequeños gestos de apoyo pueden tener un gran impacto en la vida de alguien con depresión y demostrarles que no están solos. Además, esto puede facilitar que, poco a poco, vayan volviendo a hacer cosas que antes hacían y que ahora se pueden sentir incapaces de hacer.
- Fomentar un estilo de vida saludable: Una de la sintomatología que puede aparecer en la depresión es la afectación en el apetito y en el sueño. Ayudar a que se mantengan unos hábitos equilibrados favorece la recuperación.
- Aceptar que la depresión no es un estado de ánimo, sino que conlleva tiempo. Además, es importante recordar que la recuperación de la depresión puede conllevar mejorías y empeoramientos y que esto forma parte del transcurso de la enfermedad.
- Promueve el tratamiento: Las personas con depresión pueden no reconocer o ser conscientes de su depresión. Quizás no reconozcan los signos y síntomas, por lo que pueden pensar que lo que sienten es «normal». Además, aunque tu apoyo es muy valioso, es fundamental reconocer que la depresión es una enfermedad y que requiere atención profesional.
Acompañar a alguien con depresión requiere empatía, comprensión y paciencia. Siguiendo estas pautas, podemos brindar un apoyo valioso y significativo a las personas que atraviesan esta enfermedad.
Recuerda que ayudar a un ser querido que sufre de depresión es duro, y durante el proceso puedes sentir muchas emociones, como tristeza, impotencia e incluso rabia. ¡Todo lo que puedas sentir es válido y está bien! En ese proceso es fundamental cuidar de ti mismo y buscar apoyo adicional si lo necesitas.