Estrategias para afrontar un episodio autolítico
Desgraciadamente, en la actualidad cada vez más las autolesiones están a la orden del día. Por un lado y, afortunadamente, ha aumentado la importancia y la visibilidad que se le otorga a la salud mental y las conductas autolesivas. Por otro y, desgraciadamente, el porcentaje de personas que realizan estas prácticas también está aumentando. En este artículo explicaremos exactamente qué son estas conductas y qué hacer ante un episodio autolítico.
¿Qué son las conductas autolíticas?
Según el DSM-5, el manual por el que se rigen psiquiatras y psicólogos para realizar diagnósticos, las conductas autolíticas son aquellas que realiza la persona para provocarse lesiones intencionadamente en la superficie corporal y que pueden producir sangrado, dolor o hematomas. Es decir, es toda conducta que se realice con intención de causarse dolor físico a uno mismo. Cabe destacar que no todas las autolesiones suponen una tentativa de suicido, pues no tienen por qué ir acompañadas de pensamientos o intencionalidad suicidas.
Las autolesiones más típicas suelen ser los cortes, pero también se recurre a quemar, rascar o golpear partes del cuerpo. Las áreas donde se realizan más comúnmente estas conductas son los brazos, las piernas o incluso la barriga, zonas que se pueden cubrir y ocultar con facilidad.
¿Qué funciones cumplen las autolesiones?
Como hemos mencionado, el objetivo no siempre se relaciona con la muerte, sino que cumplen otras funciones:
- Regulación de las emociones cuando no saben cómo gestionarlas y se sienten con mucha intensidad.
- Autocastigo, relacionado con sentimientos de culpabilidad y baja autoestima.
- Sensación de tener el control: otorga la percepción de que esa parte de su vida, a diferente de otras, pueden controlarla ellos.
- Llamada de atención del entorno para buscar apoyo. Esta función tiene a estar muy estigmatizada negativamente y, normalmente, genera el efecto contrario.
- Sentir algo: ante situaciones en las que aparecen sentimientos de vacíos o apatía intensa, infligirse daño físico puede servirles como refuerzo.
¿Qué podemos hacer?
- Escribir pensamientos y sentimientos desagradables.
- Realizar alguna conducta incompatible, como salir a caminar.
- Llevar a cabo alguna técnica de relajación.
- Realiza alguna actividad que requiera poner el foco de atención en otra cosa.
- Ponerse en contacto con alguien a con quien puedan hablar sobre lo que estan sintiendo.
- Construir una caja de recursos personales con todas las estrategias mencionadas anteriormente añadiendo objetos/imágenes/papeles escritos que trasladen a momentos y recuerdos agradables puesto que, en los momentos de crisis, es muy difícil buscar conscientemente estrategias para gestionar ese momento.
Y si lo estas viviendo de cerca y no sabes como gestionarlo o ayudar, o lo estás viviendo y no sabes como salir de ahí, no dudes en ponerte en contacto con nosotros y un especialista en el tema te ayudará.