Comprender el Duelo: De las Etapas a las Tareas de Worden

Comprender el Duelo: De las Etapas a las Tareas de Worden

La experiencia de perder a alguien es una de las situaciones más difíciles a las que podemos enfrentarnos. El duelo es el proceso natural de adaptación ante una pérdida
significativa. A lo largo de los años, diversos expertos han propuesto modelos para entenderlo, y aunque cada persona vive el duelo de manera única, estos modelos
pueden ayudar a comprender mejor el proceso.

A continuación, exploraremos brevemente las etapas clásicas del duelo – de Elisabeth Kübler-Ross y luego profundizaremos en las tareas que propone Worden, que pueden
ser muy útiles para afrontar una pérdida de manera más activa.

Las Etapas Clásicas del Duelo

La doctora Elisabeth Kübler-Ross fue pionera en el estudio del duelo, y su modelo de cinco etapas es ampliamente conocido. Descompone el duelo en:

  • Negación: Dificultad para aceptar la pérdida; una respuesta inicial de incredulidad.
  • Ira: Sentimientos de rabia, resentimiento e injusticia por la pérdida.
  • Negociación: Intento de hacer acuerdos internos o imaginar formas de revertir la pérdida.
  • Depresión: Profunda tristeza y soledad al comprender la realidad de la pérdida.
  • Aceptación: Reconocimiento de la realidad de la pérdida, permitiendo comenzar a adaptarse.
Aunque estas etapas describen algunas emociones comunes, no siempre ocurren en el mismo orden ni todos experimentan todas las etapas. Además, la manera en que cada persona procesa una pérdida es única.

Las Tareas del Duelo de Worden: Un Enfoque Activo para Sanar

A diferencia del modelo de etapas, William Worden sugiere un modelo basado en cuatro tareas estas son acciones que podemos realizar para asimilar la pérdida y
recuperando el bienestar emocional.

1. Aceptar la Realidad de la Pérdida

La primera tarea del duelo consiste en aceptar la realidad de la pérdida. Aunque la pérdida de un ser querido pueda resultar difícil de asumir, esta tarea nos ayuda a
integrar poco a poco la idea de que esa persona ya no estará físicamente en nuestras vidas.
Aceptar la realidad no significa olvidar a la persona, sino comprender y asimilar que ya no estará presente de la misma manera. Este paso es fundamental para que el
proceso de duelo avance.

Claves para aceptar la realidad de la pérdida:

  • Permítete vivir los rituales que te ayudan a procesar la ausencia, como asistir a la ceremonia o guardar recuerdos.

  • Evita negar o rechazar la situación; aunque duele, aceptar es un primer paso hacia la adaptación.

  • Comparte tus pensamientos y emociones con personas de confianza; expresar tus sentimientos ayuda a interiorizar la realidad.

2. Elaborar el Dolor de la Pérdida

La segunda tarea del duelo es elaborar y expresar el dolor. La pérdida genera un abanico de emociones, como tristeza, ira, culpa, o incluso alivio en algunos casos. El
proceso de duelo requiere reconocer y vivir estas emociones en lugar de evitarlas.  Es común intentar evadir el dolor mediante distracciones, pero cuando evitamos el dolor, este puede quedar bloqueado y complicar el proceso de duelo. Elaborar el dolor implica permitirnos sentir y expresarnos de maneras que nos ayuden a liberar esas emociones.

Claves para elaborar el dolor de la pérdida:

  • Busca maneras de expresar tus emociones, ya sea hablando, escribiendo o haciendo actividades creativas.
  • Evita minimizar o juzgar tus emociones; todas son válidas en el proceso de duelo de haber comenzado a adaptarte.

  • Acepta que el dolor puede aparecer en diferentes momentos, incluso después de haber comenzado a adaptarte.

3. Adaptarse a un Mundo sin la Persona Fallecida

La tercera tarea implica reajustarse a la vida sin la persona que se ha ido. Esto incluye adaptarse tanto a nivel práctico como emocional. Esto implica cambios en la
propia identidad. Por ejemplo, una persona que pierde a su pareja tendrá que adaptarse a un nuevo rol o identidad, y aprender a manejar las responsabilidades y los
vacíos que esa pérdida deja.

Claves para adaptarse a un mundo sin la persona fallecida:

  • Trata de mantener tus rutinas y crear nuevas actividades para dar estructura a tu vida.
  • Pide ayuda cuando la necesites, especialmente en temas o responsabilidades que el ser querido asumía antes.
  • Busca nuevas formas de llenar el vacío que esa persona dejó, integrando recuerdos o actividades que te ayuden a reconstruir tu día a día.

4. Recolocar Emocionalmente al Ser Querido y Seguir Viviendo

La última tarea consiste en recolocar emocionalmente al ser querido en nuestras vidas, de manera que podamos seguir adelante sin olvidar el vínculo que
teníamos. Esta tarea no significa “olvidar” o “superar” la pérdida, sino darle un nuevo lugar a la persona en nuestra vida para poder avanzar sin que su recuerdo nos
impida vivir plenamente.
Recolocar emocionalmente a la persona significa recordar sin dolor paralizante. Muchas personas encuentran consuelo en rituales personales, como conmemorar
fechas importantes o realizar actividades que honren la memoria de su ser querido. Esta tarea ayuda a integrar la pérdida, permitiendo que el recuerdo del ser querido se una fuente de paz, no de sufrimiento.

Claves para recolocar al ser querido emocionalmente y seguir viviendo:

  • Encuentra formas de honrar a la persona, como mantener una tradición o dedicarle pensamientos en momentos especiales.
  • Da espacio a los recuerdos sin que dominen tu vida cotidiana.
  • Permítete construir nuevas relaciones y experiencias, sin sentir que estás “reemplazando” a la persona perdida.

Reflexión Final

Al cumplir estas tareas, no buscamos olvidar a la persona, sino integrar la pérdida de una forma que nos permita vivir con paz y sentido. Cada persona lleva el duelo a su
propio ritmo, y está bien tomarse el tiempo necesario en cada tarea. Es importante destacar, que a pesar de soler asociar el duelo a personas, también puede tratarse de duelos a objetos, expectativas o situaciones que dejamos de vivir por algún motivo, tanto de manera voluntaria como involuntaria.

Mamen Sepulcre