¿Cómo afrontar las comidas navideñas desde un TCA?
Las navidades y sus múltiples comidas navideñas son una época complicada para personas que tienen una relación difícil con la comida. La exposición a situaciones donde el elemento central es la comida, las comdias copiosas acompañadas de cambios en nuestra rutina habitual, la presión por aparentar que no ocurre nada, la preocupación por la ropa y los comentarios sobre nuestro aspecto físico o nuestros hábitos alimentarios procedentes de personas que, en muchas ocasiones, hace tiempo que no vemos, generan unos niveles de malestar muy elevados y hacen que esta época, se pueda transformar en una época infernal.
Recomendaciones para las comidas navideñas
Es por ello que vamos a presentar unas recomendaciones que pueden ayudarnos a gestionar estas situaciones:
- Come de forma consciente. Al ver tanta comida en la mesa, es posible que nos agobiemos y empecemos a comer compulsivamente. Tómate tu tiempo en saborear y conectar con los alimentos que ingieres, tomándote tus pausas y siendo consciente, a su vez, de las señales corporales.
- Regular nuestras emociones antes de sentarnos a la mesa utilizando, por ejemplo, la técnica de respiración profunda, llevando la atención a la misma y los efectos que produce.
- Escucha las señales que tu cuerpo te manda de hambre y saciedad y come lo que necesitas, no te fuerces a comer de más por complacer a otros. Asimismo, no trates de compensar restringiendo o eliminando el resto de comidas, como por ejemplo la merienda o la cena.
- Date permiso para comer lo que quieras y no te sientas culpable por ello. Procura no evitarlos respetando tus tiempos.
- No lleves la cuenta de las calorías que ingieres, eso solo será contraproducente y te generará más malestar. Estos días son especiales y es normal comer fuera de lo habitual.
- Decide tus planes en función de lo que quieres hacer, no en función de cómo te sientes respecto a tu cuerpo en ese momento. Recuerda que tus emociones influyen directamente en tu percepción corporal.
- Intenta recurrir lo máximo que puedas a tu parte compasiva. Puedes utilizar una lista de autoverbalizaciones agradables o de agradecimiento hacia ti misma para hacértelo más fácil.
- No te fustigues si existe alguna variación en el peso durante estos días, es normal. Recuerda que es una época excepcional y que durante esos días, tu rutina cambia.
- Tienes derecho a negarte a escuchar y hablar sobre comida o sobre el aspecto físico y a poner límites en cuanto a los comentarios que se pueden realizar entorno al peso para protegerte.
- No anticipes lo qué va a pasar en esas comidas navideñas o qué te van a decir: ni eres adivina, ni lectora de mentes. Focalízate en el presente y en afrontar las situaciones cuando lleguen.
- Escucha y prioriza tus necesidades por encima del “deber”.
- Y sobre todo, permítete disfrutar y salir de la cárcel que supone tu relación con la comida. Eres mucho más que un envoltorio. Cuídate y mímate mucho.