Apego en la niñez
El apego es el vinculo emocional y conductual que se genera entre los cuidadores principales y el/la niño/a. Es una relación íntima entre ambos. Se desarrolla en la primera infancia, en los primeros meses de vida desde el nacimiento del infante.
Este vínculo es muy importante para el desarrollo de las personas, hay estudios que enfatizan que el apego contribuye a la formación de la personalidad y el desarrollo psicológico.
El apego tiene como objetivo que el infante se sienta seguro y protegido, asegurando el cuidado y la protección. Este influye en las relaciones que tendrá el niño/a con el entorno y esto tiene repercusión durante toda su vida, ya que ayudará a relacionarse de forma saludable cuando llegue a la vida adulta.
¿Por qué es tan importante?
El apego es una necesidad del ser humano ya que todos tenemos la necesidad de ser querido como seres sociales que somos.
Este influye en el desarrollado psicológico y de la personalidad porque la calidad que se obtenga de este, influye en el comportamiento y en la forma en que nos relacionamos. Si hay un apego seguro se obtendrá seguridad, confianza, autonomía y autoestima para desarrollarse en el entorno.
¿Qué tipos de apego hay?
- Apego seguro: El/la niño/a se siente seguro/a ya que sabe que el/la cuidador/a va a estar ahí y le va a proporcionar lo que necesita. Crece en un entorno de confianza. Siente valoración, amor y aceptación. Los/as infantes se relacionan con confianza y tienen relaciones saludables en la vida adulta.
- Apego evitativo: El/la niño/a crece en un entorno donde siente que no puede confiar en que le den lo que necesita sus cuidadores, estos suelen dar lo que no necesita al niño/a. Crece sintiéndose infravalorado/a y poco querido/a y por ello reprime sus emociones. En la vida adulta suelen tener dificultades de relación con los demás ya que desconfían de que la otra persona le quiera o le acepte y reprimen sus emociones como han aprendido.
- Apego ansioso: Sus cuidadores le proporcionan de forma exagerada lo que necesita. Tienden a la sobreprotección. Esto hace que el niño/a no sienta confianza en sus cuidadores, ya que no percibe lo que necesita y esto hace que se siente inseguro/a consigo mismo/a. Esta en alerta constantemente. En la edad adulta suele tener relaciones dependientes de la otra persona ya que le cuesta regularse y necesita la aprobación y el sentirse querido.
- Apego desorganizado: Los cuidadores no proporcionan lo que el niño necesita, suelen no prestarle cuidados o ser padres negligentes que lleguen a maltratar, abusar y/o abandonar al/la niño/a. Estos infantes muestran comportamientos inadecuados y contradictorios. Suelen reaccionar mediante conductas destructivas y explosivas. En la vida adulta suelen tener ira y frustración, les cuesta sentirse queridos y aceptar el amor del otro y tienden a rechazar relaciones.
¿Cómo fomentar un apego seguro?
Es importante proporcionar al infante escucha activa de sus necesidades, desde la comprensión y la empatía. Gestionar sus emociones y dotarle de herramientas para que pueda gestionarlas para fomentar la independencia y la resolución de conflictos sin depender totalmente de los cuidadores.
El cariño es algo esencial para un buen desarrollo, es importante buscar un clima relajado y de calma y buscar momentos de disfrute de la compañía.
El juego es un instrumento importante para crear un ambiente de familia y fomentar el apego.
La lactancia también es un momento de crear apego ya que hay contacto físico y afectivo.
Es importante el apego para las relaciones humanas, este va a tener un papel activo en nuestra vida adulta. Queremos enfatizar que para el niño es importante la atención y afecto más que las recompensas materiales. El comportamiento del niño también dependerá de esto para poder obtenerlas.